Disfrazado de senador romano y tocado con una corona formada por auténticas mojarras, Quiñones ofreció un pregón muy gaditano y lleno de gracia.
“Porque los tangos llegan a todo el mundo , menos a los cursis de corazón”, fue la aseveración con la que comenzó. El pregón transcurrió entre continuas carcajadas de un público entregado que le ovacionó mucho.