Fotos: Fito Carreto. Texto Tamara García
La sala de Columnas del palacio ducal de Sanlúcar era llamada en su origen Salón de los Mármoles. Esta fue la primera estancia del Palacio de los Guzmán que fue embellecida con la elaboración del artesanado cuando el V Duque de Medina Sidonia decidió trasladar su residencia definitivamente a Sanlúcar en 1517.
Liliane Mª Dahlmann, presidenta de la Fundación Casa Medina Sidonia y viuda de la XXI duquesa de Medina Sidonia, en la biblioteca privada de la desaparecida Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura, apodada la 'duquesa roja' por su defensa de los ideales democráticos incluso en la etapa franquista de este país. Además de algunos de sus libros de adulta, en esta pequeña biblioteca se conservan las lecturas infantiles y juveniles de la duquesa como Mujercitas, aventuras de Guillermo El Travieso y numerosas obras de Charles Dickens.
La imagen de la duquesa está presente en casi todas las estancias de palacio ducal aunque su viuda reconoce que a Luisa Isabel no le gustaba verse por cada rincón de la casa.
Retrato del XIV Duque de Medina Sidonia, a juicio de Liliane Dahlmann, otro de los nobles de la casa adelantado a su tiempo. De hecho, era el hilo conductor de la tesis doctoral de la directora del archivo, interrumpida a la muerte de Luisa Isabel Álvarez de Toledo. También el legado del XIV duque compone el fondo del archivo favorito de Dahlmann. Así en él se encuentra 'El testamento político de España', un documento que el duque presentó a la Sociedad de Amigos del País de Madrid para entrar como académico en la entidad y en el que pone en solfa todo el sistema establecido de su época, de la banca al estamento eclesiástico, pasando por la política y la industria. Un documento aun con mucha vigencia.
Liliane Mª Dahlmann en el palacio ducal con sus cariñosos perros Ulises, Jimena y Lolito.
En la biblioteca privada de la desaparecida duquesa hay una presencia definitiva, la de su madre, María del Carmen Maura y Herrera. Además de diversos cuadros pintados por María del Carmen, cuelgan algunos retratos de su juventud como éste.
La directora del archivo Liliane Dahlmann con un ejemplar de un libro de cocina de Francisco Martínez Montiño, cocinero de Felipe IV, que próximamente editará en facsímil la Diputación Provincial de Cádiz con prólogo de la conservadora del Museo de Cádiz Lola López de la Orden. Al fondo, retrato de Luisa Isabel Álvarez de Toledo realizado por la pintora alemana residente en Sanlúcar, Uta Geub.
Justo antes de entrar en las dependencias del Archivo de la Fundación Casa Medina Sidonia dialogan estas dos obras, una enfrentada a la otra. La duquesa roja solía bromear diciendo que una de ellas (obra de Revelles) representaba lo que quisieron que ella fuera y la otra (realizada por Ventura Millán), quién era ella. Hay una tercera obra triangulando el habitáculo realizada por Vázquez de Sola con la que que la duquesa seguía la broma diciendo que reflejaba en lo que se había convertido...
El Archivo de la Fundación Casa Medina Sidonia, uno de los archivos privados más importantes de Europa, está compuesto por 6.314 legajos, que reúnen alrededor de 6 millones de documentos que se remontan al siglo XII. El más antiguo, un documento de Villafranca del Bierzo sobre un impuesto que se concede al Monasterio de Carracedo por parte del rey Fernando de León, data del año 1158. La Fundación acaba de recibir una importante aportación económica de la Junta de Andalucía para digitalizar estos documentos.
La directora y conservadora del Archivo muestra uno de los 20 tomos que componen el índice escrito a mano por Luisa Isabel Álvarez de Toledo. La duquesa comenzó a hacer estos catálogos en los años 60 con la idea de dar voz a un Archivo que estaba mudo y arrumbado en un guardamuebles. Este índice cuenta con descripciones absolutamente minuciosas pues la duquesa lo realizó con una mirada más de historiadora que de archivera. En la digitalización del archivo este tipo de descripciones se perderán para adecuarlas a la norma internacional.
En el que era el despacho de la XXI duquesa de Medina Sidonia se esconde una alacena que guarda los secretos de libros tan especiales como el Concilio de Trento, Los Derechos del Hombre, El arte de la cocina (una obra del cocinero de Felipe IV) o la Constitución de 1812, entre otros.
Ejemplar de la Constitución de 1812 que forma parte de la biblioteca del palacio de los Guzmán.
Además de los libros que se custodian en el armario del que fuera el despacho de la XXI duquesa de Medina Sidonia, el legado de Luisa Isabel de Toledo contempla una rica biblioteca de libros de distintas áreas del conocimiento.
Las llaves del Palacio de los Guzmán, llaves que guardan la Historia con mayúscula y la historia con minúscula, las historias que conforman el imaginario colectivo de una sociedad que se refleja en documentos del archivo como las 'Cartas de los pueblos del Estado', la correspodencia que mantenían las personas del común con los duques y donde se pueden leer sus peticiones y relatos, retratándose así la sociedad del momento.