En las instalaciones del Segundo Escalón de Mantenimiento, en la Base de Rota, se desmontan por completo las aeronaves de la Armada para revisar cada una de sus piezas. Más de 160 militares "muy especializados" trabajan en la unidad, junto a 30 empleados de una UTE. "Es la cara B" de la Flotilla de Aeronaves, explica el capitán de fragata Juan Carlos Guitian, jefe de producción.
Los operarios trabajan en el interior de un helicóptero de la Décima escuadrilla totalmente desmantelado. Es el taller de fuselajes, que tiene a su vez varios laboratorios, donde se realizan inspecciones en busca de la mínima corrosión o grieta en las estructuras.
La entrada de aeronaves es constante. El taller de fuselajes se ha renovado y ha estrenado toda la cubierta, con claraboyas, que le ha dado un nuevo aspecto y una mejor luz para facilitar la meticulosa labor que se realiza.
Personal de la unidad revisa las palas de un helicóptero de la Quinta Escuadrilla. Es la zona donde se analizan los materiales compuestos como fibra de vidrio o de carbono. Lo trabajos que se escapan al Segundo Escalón se elevan al Cuarto, que ya sería la externalización de ciertas reparaciones en la industria privada.
Un motor de la Sexta escuadrilla de pone a punto en el banco de pruebas con el que cuenta la unidad, una de las instalaciones que más llama la atención. Allí reproducen hasta las peores condiciones con las que se pueden encontrar en el aire antes de volver a volar.
Es un lugar único. Las plantas de potencia se desmontan allí y se hacen inspecciones que duran meses. En la imagen, las turbinas de un AV-8B Harrier es revisado por militares de la Armada, donde desde la tropa y hasta el mando partipan en los trabajos. Allí sólo trabaja personal de la Armada.
En el laboratorio de ensayos no destructivos se utilizan distintas técnicas para detectar cualquier grieta en el material, incluso antes de que sea visible: luz ultravioleta, rayos X, líquidos penetrantes o ultrasonidos.
Los sistemas electrónicos de las aeronaves (sistemas de comunicación, de armas, radares,...) se revisan en el taller de aviónica, donde cuentan con estaciones de comprobaciones automáticas, bancos de trabajos manuales y una instalación base para la reparación de microsoldaduras (en la imagen, reparando una tarjeta) que apoya a todo el taller.