Segundo primer premio consecutivo para el cuarteto de Manolo Morera, que en esta ocasión tuvo una penitenciaría como centro de operaciones para desarrollar su repertorio. Las interpretaciones del propio Morera, Piulestán y un cada vez más genial Carlos Meni, metido en la piel de un psicópata con doble personalidad, les llevaron derechos al primer premio. Letras de menos a más en el concurso, con un pase de semifinales simplemente genial. 20 minutos de diversión asegurada con ellos sobre las tablas.