El cuarteto de Loreto se doctoró en el Falla y se llevó el primer premio de su modalidad en un año en el que la competencia brilló por su ausencia. Fueron el único cuarteto presente en la final, pero no por eso puede decirse que el primer premio no fuera merecido. Un repertorio muy divertido, lleno de buenos golpes (nunca mejor dicho, porque recreaban un combate de boxeo) y con la figura emergente de Ángel Gago, que desde su papel de árbitro del combate se ganó al público con su humor. Una mayor competencia les hubiera servido para dar más valor a su triunfo.